Descrizione
La iglesia y el gran convento contiguo fueron fundados por un grupo de monjes de la Orden de los Humillados provenientes de Erbusco a finales del siglo XII. La residencia de la orden, establecida a lo largo del curso del río Bova y cerca de la puerta de la Albera, en el ángulo noroeste de la ciudad amurallada, estaba vinculada a la necesidad de recaudar peajes e impuestos sobre los molinos, de acuerdo con los poderes tradicionales atribuidos a los Humillados. Con la supresión de la orden en 1571, la dirección del convento se confió a las Hermanas de los Santos Pedro y Marcelino, que fijaron allí su residencia en 1585. Un siglo más tarde, en 1670, la iglesia fue reconstruida según un diseño de Giovanni Antonio Girelli. En 1797, el monasterio fue suprimido por el gobierno napoleónico y en 1890, para ensanchar la calle de acuerdo con el plan de reurbanización de 1887, se truncó el ábside, lo que provocó la inversión de la orientación de la iglesia y la construcción de una nueva fachada. La iglesia desacralizada, antigua sede de los Archivos Notariales de la que se conservan los balcones adornados con graciosas barandillas de hierro forjado, se utiliza actualmente como espacio expositivo de la Asociación C.AR.M.E., mientras que las demás partes del antiguo complejo fueron demolidas en 1935.
En la actualidad, de la iglesia destaca, en especial, la imponente fachada reconstruida tras el truncamiento del antiguo ábside, que llevó a la inversión del interior. El nuevo alzado es de estilo neogótico con perfil a dos aguas, caracterizado por la alternancia de bandas de terracota y piedra blanca. En el centro hay una gran ventana ojival triple con arcos apuntados con un perímetro de terracota con muescas, inscrita dentro de un arco mayor de forma similar. Por último, en la parte superior se coloca una gruesa banda de arquillos y bordes dentados de terracota y piedra. Durante la reconstrucción, se tapiaron en toda la fachada elementos de recuperación de diversa índole procedentes del ábside demolido. En el registro inferior, por ejemplo, pueden verse algunas inscripciones antiguas, una de las cuales menciona un xenodochium, o refugio para indigentes y forasteros. Por otra parte, sobre la triple ventana ojival se insertaron bajorrelieves que representan un león rampante, emblema de la ciudad, y los dos santos patrones Faustino y Jovita como caballeros armados, con lanzas y estandarte. Por último, por todas partes se pueden reconocer otros valiosos elementos recuperados, como fragmentos de columnas retorcidas, capiteles y zócalos emparedados en la fachada en un estilo típicamente de finales del siglo XIX, que se pueden encontrar en otras obras arquitectónicas contemporáneas de la ciudad, como el Castelletto dei dazi de via San Faustino. Obsérvese, también en el exterior, la parte del absidiolo románico septentrional que aún se conserva, en el ángulo inferior derecho de la fachada, caracterizada por una única ventana ojival y una banda de arquillos que la coronan. La estructura interna se basa en un único vestíbulo con bóveda de cañón. Los muros están decorados con pilastras de orden corintio que enmarcan dos capillas a cada lado, hoy desprovistas de mobiliario sacro. Detrás del altar mayor había una sala rectangular utilizada como coro de las monjas. El órgano de tubos y las obras que se conservaban en la iglesia han desaparecido o ya no se pueden localizar.
